
La incorporación de estos instrumentos comunicativos a la educación formal obliga a un proceso de reestructuración organizativa que puede tener claras consecuencias en cuanto a la idea de comunidad de aprendizaje. Piénsese que, como señalábamos en entradas anteriores, el referente educativo básico en la percepción social es el centro educativo. Pero si en cada centro se abren las vías comunicativas adecuadas, sus paredes se ensancharán o, mejor aún, desaparecerán, pudiendo incorporar a otros a los procesos educativos propios y, correlativamente, pudiendo uno incorporarse a procesos educativos geográficamente lejanos.
Cada vez resulta más frecuente que en los centros escolares se trabaje con instrumentos vinculados a internet: correo electrónico, elaboración de blogs, de páginas web, participación en foros, creación de bases de datos on-line, etc. Muchos de esos trabajos, al estar colgados en la red, resultan accesibles a personas ajenas (e incluso lejanas) al centro del que emanan. Es obvio, así pues, que dichos instrumentos resultan óptimos para establecer puentes comunicativos entre comunidades educativas separadas.
Así pues, entiendo que nos encontramos en un punto en el que contamos cada vez con más iniciativas de esta naturaleza y que lo que falta es apenas la coordinación necesaria entre las mismas para que puedan participar de proyectos educativos comunes, conformando una comunidad educativa no sólo más amplia, sino también, en buena medida, de nuevo cuño, integrada por alumnos y profesores de distintos centros, de distintos lugares e incluso de distintos países.
Imagen: Xosé Tomás
No hay comentarios:
Publicar un comentario